15 de mayo de 2018

La infancia de la Princesa de Éboli


Paseando estos días por la Feria del Libro de Guadalajara, que de nuevo se ha celebrado en la Plaza Mayor, me he encontrado con un simpático libro que nos ofrece, en dimensión infantil, la figura de Ana de Mendoza y La Cerda. Un soplo de aire fresco sobre la severa contemplación de legajos y retratos al óleo.
En este caso, han sido un par de jóvenes escritoras, aliadas para la ocasión, las que han compuesto este librito titulado “El misterio de la Princesa de Éboli”, que firman Pilar Tébar y Laura Martínez. Un texto fresco y accesible, muy bien orientado al bloque de los lectores en edad temprana, captando en su lenguaje las disquisiciones bibliográficas de los autores clásicos ¿Por qué llevaba un parche en el ojo doña Ana de Mendoza? La explicación se lanza a la leyenda, al juego, a la bulliciosa algarabía de la imaginación. Es un cuento, bien escrito, y que consigue su objetivo: hacer pasar un rato, enseñar historia, y alegrarle el día, como me lo ha alegrado a mí, por leerlo.
Muy interesante la ilustración de esta hermosa publicación, que ha corrido a cargo de Clara Luna. Las autoras han encargado la edición a la empresa editorial “Cuarto de Letras” que ha conseguido una pulcra publicación.

Procrastinando


Valero Díez, Jesús Ramón: “Procrastinando” (Galerías de proyectos postergados). Edición, diseño y maquetación del autor. Guadalajara, 2017. 157 páginas. ISBN 978-84-697-5905-9.

Este pasado otoño apareció este libro de poemas que firma nuestro paisano Jesús Ramón Valero Díaz, conocido en los medios periodísticos y musicales de nuestra ciudad. Un tarea amplia, ambiciosa y bien llevada, que acaba completando un libro interesante, apasionante en algunos casos, que asoma espléndido tras una oscura y complicada portada.
Dice el autor que  procrastinar es verbo que procede del latín, y que significa “postergación, posposición y hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. En castellano vulgar, viene a ser significante de la “dejadez” o “informalidad”. El autor se reconoce “procrastinante” empedernido, como persona en conflicto permanente, y pide disculpas a los damnificados: que si a alguien en algún momento no atendió, no es por ser malqueda y español, sino porque está “procrastinando”.
Dicho esto, el autor se lanza a publicar sus poemas, en los que hay de todo, como en botica. Es un libro de andar por la calle, en la que se ven personas altas, personas bajas, personas que van corriendo, personas que yacen en un sillón tomando el sol, personas que sufren, personas que alegres ríen. Dedica algunos poemas a amigos, a otros poetas, a pintores y, en general, a gentes/lugares/situaciones que admira, por lo que el libro tiene un tono general de optimismo y alegría. Se completa el voliumen con un CD (Compact Disc) en el que se graban algunos de sus poemas, acompañados de música y recitados por amigos. En definitiva, una obra encomiable, de la que sale uno alegre, y disponiéndose a afrontar el duro transcurrir de la cotidianidad con cara de asombro y muchas sonoras palabras en la cabeza.
“Rebelde, inconstante, soñador, imposible…” así se define el autor en el prólogo. Una personalidad interesante que anhela y consigue, que sueña y escribe.

A.H.C.