19 de febrero de 2012

Leer es perder el tiempo


La Federación de Gremios de Editores de España ha dado a conocer esta semana el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros de 2011, en el que se desprende que el 61,4% de los españoles se declara lector de libros. Sin embargo, en Castilla-La Mancha los datos no son muy positivos porque la estadística arroja un balance preocupante.

En este sentido el índice de lectores en Castilla-La Mancha es el más bajo de nuestro país, con una media del 51,5%, frente al 57,9% de España, y muy lejos de comunidades como Madrid, que se mantiene como la región con mayor índice de población lectora, con un 70,2% .

En cuanto a la compra de libros, el Barómetro señala que en 2011 el 57,3% de los españoles compraron libros, porcentaje que se incrementa hasta el 74,4% entre la población lectora. La media de libros comprados por persona  fue de 9,6, un libro menos que en 2010.

Por lo que se refiere a las Comunidades autónomas Castilla-La Mancha vuelve a ocupar el último puesto del ranking nacional, con un porcentaje del 37,4%, frente al 41,6% de España, y muy lejos de comunidades como Cantabria con el 46,2%. La media de libros comprados en Castilla-La Mancha el ejercicio pasado fue de 7,2 por persona . 

17 de febrero de 2012

La Cueva de los Casares, en Guadalajara



Asociación de Amigos de la Cueva de los Casares y del Arte Paleolítico: Los grabados de la cueva de los Casares. Riba de Saelices (Guadalajara). AACHE Ediciones, 2ª ediicón, 2008. 168 páginas, multitud de gráficos. ISBN: 978-84-96885-68-4. 15 Euros.
De todo el patrimonio histórico y artístico de Guadalajara, el elemento más longevo es sin duda la Cueva de Los Casares, un lugar mágico y sorprendente en término de Riba de Saelices, en plena serranía del Ducado.
Este lugar, que es más conocido en las universidades europeas y americanas, y entre los viajeros universales antes que entre la población alcarreña, tiene varias singularidades que le ponen en la punta de los valores patrimoniales de Guadalajara, de Castilla-la Mancha, de España entera.
Un libro que apareció no hace mucho nos ofrece completa la visión, el estudio, la guía y la valoración de este lugar mágico e inquietante, una cueva profunda y húmeda en cuyas paredes hay casi un centenar de figuras de animales, de hombres, de utensilios, de escenas de caza, y otras cosas singulares, talladas en sus paredes hace miles de años.

12 de febrero de 2012

Una visión del Toledo eterno


Amigos de Toledo / 12 Febrero 2012
Entre los libros clásicos que hablan de nuestra tierra castellana aparece con brillo propio la gran obra que a finales del siglo XIX prepararon, escribieron y finalmente publicaron José María Quadrado y Vicente de la Fuente. Era 1886, y sacaban a luz, en tres tomos sobre “Castilla-La Nueva” las historias correspondientes a Madrid, a Guadalajara y Cuenca, y a Toledo y Ciudad Real. Tres tomos que se vendieron enseguida, que miles de españoles leyeron entusiasmados, y guardaron por sus especiales grabados, dibujos y algunas iniciales fotografías. Siempre buscados y rebuscados y rebuscados estos libros, un siglo después los volvió a sacar impresos la editorial El Albir, de Barcelona, habiendo quedado otra vez semiagotados.
Ahora nos llega, de mano de la iniciativa de la editorial AACHE de recuperar libros valiosos siempre, y agotados ya, en formato digital esta serie de libros, de la que el referido a Toledo se alza como el más voluminoso y denso, el que más ilustraciones lleva y el que más cantidad de documentación aporta.

Toledo es la ciudad más representativa de España. Capital del reino visigodo, tenida como señora del llano y del río por los árabes, finalmente en 1085 fue el rey castellano Alfonso VI quien la incorporó a su reino y a la civilización occidental y europea que representaba. Y hasta hoy. Ha sido esta ciudad, maravilloso ejemplo de patrimonio artístico, urbano y monumental, capital de España y de sus dominios ultramarinos. En el alcázar o palacio real de su mayor altura, residió el emperador Carlos de Habsburgo, concitando en su derredor a los grandes artistas, literatos y políticos de su corte.

La obra que escribe el erudito menorquín  José Mª Quadrado es de un rigor y una fluidez nada común en su época. Trata la evolución de la ciudad con el rigor de un historiador actual, ensartando en ella muchas anécdotas relativas a los edificios, los personajes y añadiendo leyendas y sucesos curiosos que pintan una ciudad eterna pero viva en su tiempo. A la descripción e historia de Toledo siguen en el mismo libro las referencias a las poblaciones más señaladas de la provincia, como especialmente Ocaña, Talavera, Torrijos, La Puebla de Montalbán, Orgaz, Tembleque, Consuegra, El Toboso y todos los señalados lugares de la Mancha, los montes y la Sagra.

El valor de este libro se completa con la gran cantidad de grabados que aporta, todos ellos realizados directamente del natural, en viajes específicos, por artistas de la plumilla, la acuarela y la fotografía de entonces, de entre los que destaca Pascó, Xumetra y otros muchos.

La edición que ahora nos llega, está realizada por AACHE, de Guadalajara, y ofrece una reproducción exacta de la obra original de Cuadrado, con sus 356 páginas, sus grabados y apéndices. Se ofrece en formato digital PDF que es reconocido por todos los ordenadores y máquinas lectoras de texto digital, en una alta definición, de modo que ocupa más de 160 megabytes. Se entrega grabado sobre un CD y guardada en una carpeta plástica. 

Parques y Jardines de Guadalajara


El jardín versallesco de Brihuega (Guadalajara)
Acuarela de José María Antón Avila

Antonio Herrera Casado / 12 Febrero 2012
Aunque la mayoría de estos lugares ya han desaparecido, o yacen olvidados de todos, aún es tiempo de recordar por un rato los parques, los jardines de Guadalajara. Algunos se mantienen desde hace 150 años, espléndidos, como el Parque de la Concordia de Guadalajara. En la capital han nacido otros (los mudéjares de Alvar Fáñez, el de Las Lomas, los del Alamín…) pero la mayoría que fueron para el uso privado de algunos se han desmoronado con los años, se han disuelto como azucarillos en el aire. Vamos a hacer un recorrido por la provincia, a través de sus parques y jardines. Un recorrido breve, por no cansar.

Uno de los recuerdos más antiguos que tengo por la cabeza, -no sé la época, pero debe ser de hacia 1953- fue una visita que con mi tía hice a los jardines del palacio de la Condesa de la Vega del Pozo, a los que se entraba por el callejón de San Sebastián, por un portalón que hay poco más arriba de la torre del mismo nombre. Rodeaban por el sur y levante el gran palacio que mandara agrandar y dejar en suculento uso doña María Diega Desmaissières, a finales del siglo XIX. Rodeados de una alta muralla, constituían un tupido mundo de arrates, caminos, arroyos y cascadas, cenadores, bancos, emparradas y matas de boj. Cómo se conseguía humedecer y regar todo aquello en un clima tan seco como el de Guadalajara es algo que no me explico. Pero de aquella visita me llevé la impresión de haber estado en un bosque mágico, suculento y enorme de los que ya sólo quedan en los cuentos. Años después, ese palacio fue adquirido por los Hermanos Maristas, convertido en Colegio (tal como hoy sigue) y el bosque y jardines totalmente arrasados para abrir en su lugar unas pistas deportivas. Ya por entonces empezó la acometida del fútbol contra la imaginación. En ello seguimos.